Sin escucha activa no hay engagement ni mejora continua. En esta nueva era, la Comunicación Interna necesita que pongamos al colaborador en el centro. Ello implica que lo escuchemos, conozcamos cuáles son sus necesidades, sus puntos de dolor y qué es lo que lo motiva.
¿Qué es la escucha activa en Comunicación Interna?
El enfoque tradicional de la CI se ha transformado. En la actualidad, la clave para lograr el compromiso y la productividad radica en la capacidad de escuchar activamente a los colaboradores.
¿Te imaginas a un médico estableciendo un diagnóstico y la cura a una enfermedad sin tener el testimonio de su paciente? Sería casi imposible. Así, en una organización, contar con la opinión, las ideas, los pensamientos y sentimientos de los colaboradores se torna imprescindible.
Un proceso de comprensión
Pero, la escucha activa va más allá de simplemente oír lo que dicen los colaboradores. Implica un proceso de comprensión profunda y empática, donde se atienden no solo las palabras, sino también las emociones y hasta los mensajes no verbales.
Claves para una escucha activa efectiva
Al crear una cultura de comunicación abierta, respetuosa y empática, se establecen conexiones más sólidas entre los colaboradores y la empresa, lo que resulta en un mayor compromiso, una mayor productividad y un ambiente laboral más positivo y colaborativo.
Entre las claves de la escucha activa se destacan:
Crear espacios seguros:
Fomentar un entorno donde los colaboradores se sientan cómodos para expresar sus pensamientos, ideas y preocupaciones sin temor a represalias. La confianza es esencial para establecer una comunicación abierta y honesta.
Diversificar las herramientas de escucha:
Utilizar una variedad de canales y plataformas para recopilar información. Encuestas, entrevistas individuales, reuniones de grupo, plataformas digitales y redes sociales internas son algunas opciones que permiten alcanzar a todos los colaboradores.
Escuchar con empatía:
Prestar atención genuina a lo que dicen los colaboradores, demostrando interés y comprensión hacia sus puntos de vista. Validar sus emociones y mostrar que sus opiniones importan crea un fuerte sentido de pertenencia.
Analizar y actuar sobre los resultados:
La escucha activa sin acción no tiene impacto real. En Oxean, analizamos cuidadosamente los datos recopilados y utilizamos los insights para implementar mejoras concretas en la estrategia de Comunicación Interna.
Promover la retroalimentación continua:
La escucha activa no es un evento puntual: es un proceso continuo y evolutivo. Fomentar la cultura de dar y recibir retroalimentación regularmente crea un flujo constante de información valiosa.
Generando engagement a través de la Escucha Activa
Según un informe de Randstat, publicado hacia finales de 2022, indicó que cuatro de cada diez empresas han visto crecer su rotación laboral.
Cuando los colaboradores se sienten escuchados y valorados, se impulsa el engagement de varias maneras.
- Mejora la satisfacción laboral: las personas que conforman la organización se sienten más conectadas y satisfechas con su trabajo cuando perciben que sus opiniones importan y que tienen un impacto real en la toma de decisiones.
- Se promueve la innovación: la escucha activa estimula la creatividad y la innovación, ya que se promueve la generación de nuevas ideas y soluciones provenientes de diversos puntos de vista.
- Se reducen los conflictos: la comunicación abierta y efectiva a través de la escucha activa contribuye a resolver malentendidos y conflictos antes de que escalen, manteniendo un ambiente de trabajo armonioso.
- Se incrementa la lealtad y retención del talento: los colaboradores comprometidos tienen más probabilidades de permanecer en la empresa a largo plazo, reduciendo así la rotación de personal.
Propuestas de escucha activa
- Encuestas de clima laboral: realizar encuestas periódicas para medir la satisfacción de los colaboradores, identificar áreas de mejora y obtener comentarios sobre la cultura organizacional y la eficacia de la comunicación interna.
- Entrevistas individuales y focus groups: organizar entrevistas one-on-one con empleados clave y realizar sesiones de focus groups con grupos representativos para obtener perspectivas más profundas y específicas sobre temas relevantes.
- Buzón de sugerencias y opiniones: implementar un buzón de sugerencias físico o virtual donde los colaboradores puedan enviar comentarios y aportes de manera anónima si lo desean.
- Reuniones de escucha activa: organizar reuniones abiertas con líderes y equipos donde se invite a los colaboradores a expresar sus ideas, preocupaciones y propuestas de mejora.
- Comunicación digital interactiva: utilizar herramientas digitales como intranets, foros o plataformas colaborativas para crear espacios donde los equipos puedan compartir opiniones y discutir temas relevantes.
- Programa de mentoring: establecer un programa de mentoring o “puertas abiertas” donde los líderes y gerentes estén disponibles para escuchar y guiar a los colaboradores en sus inquietudes y desarrollo profesional.
- Análisis de redes sociales internas: monitorizar las redes sociales internas para identificar temas candentes, tendencias y puntos de vista de los colaboradores.
- Encuestas rápidas y pulse surveys: realizar encuestas rápidas y breves para capturar percepciones inmediatas sobre eventos o decisiones específicas que afecten a la organización.
- Evaluación de proyectos de CI: solicitar retroalimentación específica sobre la efectividad de iniciativas de comunicación interna recientes, como campañas, eventos o boletines.
- Sesiones de escucha activa en eventos: aprovechar eventos internos, como reuniones generales, talleres o capacitaciones, para incluir sesiones de escucha activa y fomentar la participación de todos los asistentes.
Compromiso y sentido de pertenencia
La escucha activa no es solo una acción puntual, sino un proceso continuo. A partir de la información obtenida, mediante estas acciones, puedes analizar los datos recopilados, identificar tendencias y temas recurrentes, y actuar en consecuencia.
Al involucrar a los colaboradores en la toma de decisiones y mostrarles que sus opiniones son valoradas y tenidas en cuenta, se fomenta un sentido de pertenencia y compromiso que se traduce en un mayor engagement y una comunicación interna más efectiva.
Abrazar la escucha activa como una práctica constante empodera a los colaboradores, construye relaciones sólidas y asegura que la comunicación interna evolucione con las necesidades de la empresa y de quienes la componen.
