Descubre cómo prevenir y evitar el burnout laboral, conocido también como el “síndrome del quemado”, mediante estrategias de comunicación interna efectivas. Te contamos cómo identificar signos tempranos e implementar herramientas prácticas para proteger la salud y el bienestar de tu equipo.
¿Qué es el burnout y cómo detectarlo?
El síndrome del burnout es un estado de agotamiento físico, mental y emocional causado por el estrés crónico relacionado con el trabajo. Se expresa en la desmotivación o desinterés en la realización de tareas.
A estos síntomas se le pueden sumar la sobrecarga y ansiedad crónica que sienten los colaboradores que sufren burnout para la ejecución de proyectos, la irritabilidad o el enojo por cualquier tipo de feedback, así como el rechazo repetitivo de afrontar nuevos desafíos.
Un problema de alcance global
El burnout fue catalogado como un fenómeno ocupacional y se ha incluido en la 11ª Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades, por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según el informe de Isolved sobre tendencias en recursos humanos (2023), el 69% de los colaboradores sostuvieron haber experimentado agotamiento durante el último año.
Por otro lado, frente a la consulta si el burnout había impactado en su performance, un 45% de los colaboradores respondieron que efectivamente no estuvieron motivados como hubieran querido, un 26% manifestó que cumplió con sus responsabilidades requeridas, pero nada más. En tanto, solo el 28% expresó que se sigue brindando en un 100% a su trabajo.
¿Cómo se origina el burnout?
El burnout laboral puede tener múltiples causas, y estas pueden variar según el colaborador y el entorno laboral.
Algunas de las causas comunes incluyen:
- Sobrecarga de trabajo: sentirse abrumado por una carga de trabajo excesiva, plazos ajustados y una cantidad insostenible de responsabilidades puede provocar estrés crónico y agotamiento.
- Desbalance entre trabajo y vida personal: la incapacidad para desconectar del trabajo, ya sea por presiones laborales, largas horas de trabajo o falta de límites claros entre la vida laboral y personal.
- Falta de control: la sensación de falta de control sobre el propio trabajo, la incapacidad para tomar decisiones o tener autonomía en la forma de realizar las tareas puede elevar los niveles de estrés y desmotivación.
- Ambiente laboral tóxico: un ambiente laboral caracterizado por el conflicto interpersonal, el acoso, la falta de apoyo por parte de los superiores o compañeros, o la falta de reconocimiento y valoración puede contribuir significativamente al desarrollo del burnout.
- Valores y expectativas laborales conflictivas: sentirse atrapado entre los propios valores personales y las expectativas laborales de la organización, o percibir una discrepancia entre el trabajo realizado y el propósito personal puede generar desmotivación y desgaste emocional.
El rol de la comunicación interna para prevenir el burnout
La comunicación interna juega un papel crucial en la prevención y el manejo del síndrome de burnout en el lugar de trabajo. Un ambiente laboral donde se fomenta una comunicación abierta, transparente y efectiva puede ayudar a los empleados a sentirse valorados, escuchados y apoyados. Algunas estrategias para lograrlo son:
El valor de la escucha y el feedback
Es necesario establecer canales de comunicación donde los colaboradores se sientan valorados. Una de las prácticas indispensables es la “escucha activa”. Esto implica no solo brindar oportunidades para que los colaboradores expresen sus preocupaciones y sugerencias, sino también tomar medidas concretas en respuesta a sus necesidades y preocupaciones.
Potenciar el feedback permite abordar las áreas de preocupación y resolver desafíos operativos. Da la posibilidad de ajustar expectativas y roles, reduciendo el estrés asociado con la incertidumbre y la falta de claridad en el trabajo.
Acciones que generan bienestar
Programas de bienestar o wellness:
Sin dudas, desde el área de CI podemos promover el bienestar físico, mental y emocional de los colaboradores. Estos programas pueden incluir sesiones de ejercicio, clases de mindfulness, políticas de flexibilidad laboral, charlas sobre nutrición, entre otras acciones. Al proporcionar recursos y herramientas para manejar el estrés y fomentar un estilo de vida saludable, se reduce significativamente el riesgo de burnout.
Reconocimiento laboral:
¿A quién no le gusta ser reconocido y valorado por sus logros y el alcance de los objetivos? Es necesario incluir “estrategias de reconocimiento” que valoren las contribuciones de los colaboradores.
Desde simples expresiones de agradecimiento hasta programas formales que otorguen premios o incentivos, el reconocimiento por un trabajo bien hecho eleva la moral, la motivación y ayuda a contrarrestar los sentimientos de agotamiento y falta de valoración que a menudo contribuyen al burnout.
Desarrollo profesional y oportunidades de crecimiento:
La CI vuelve a tomar un rol protagónico. Esta vez al facilitar la información sobre oportunidades de desarrollo profesional y crecimiento dentro de la organización.
Brindar a las personas la oportunidad de ampliar sus habilidades y avanzar en sus carreras incrementará su compromiso y satisfacción laboral, y les proporcionará un sentido de propósito y dirección profesional.
Promover el equilibrio entre el trabajo y la vida personal:
El exceso de trabajo y la falta de tiempo para el autocuidado pueden contribuir al desarrollo del burnout. Promueve un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal alentando a tus empleados a tomar descansos regulares, desconectar fuera del horario laboral y participar en actividades que disfruten fuera del trabajo.
En Oxean, estamos listos para acompañarte a establecer una estrategia integral de comunicación interna que se adapte a las necesidades y a los perfiles de tus equipos, de manera de prevenir el burnout y promover el bienestar organizacional.